Apoyados sobre un mensaje claro de que Jesús ha resucitado y nos quiere hacer participes de la novedad de su resurrección. El es la verdadera juventud de un mundo envejecido, y también es la juventud de un universo que espera ser revestido con su luz y con su vida. Cerca de Él podemos beber del verdadero manantial, que mantiene vivos nuestros sueños, nuestros proyectos, nuestros grandes ideales, y que nos lanza al anuncio de la vida.