El Papa Pío X ejerció su pontificado entre los años 1903 y 1914. Toda su actividad como Papa estuvo marcada por la importancia que dio a la catequesis y a la pastoral. Promocionó la comunión frecuente y dispuso las formas de preparación para que los niños accedieran al sacramento, redactó un catecismo, se ocupó de la formación del clero y de promover el canto litúrgico. También incentivó la organización de los distintos movimientos y asociaciones de laicos que por aquellos años comenzaban a surgir en la Iglesia.