Los nodos desarrollados se focalizaron en los desafíos de la enseñanza de la lectura y escritura en las escuelas.
- El rol del docente en la lectura áulica, es quizás una de las estrategias más poderosas para instaurar una comunidad de lectura. Como señala Graciela Montes: “El lector busca al lector y los vínculos entre lectores generan lectura: hay que habilitar la construcción de redes y ciudades lectoras, ricas, variadas y flexibles, siempre en obra.” (Montes, 2001).
- Enseñar a leer y escribir trasciende ampliamente la alfabetización, en sentido estricto. El desafío que enfrenta la escuela es el de integrar a todo sus alumnos en la cultura de lo escrito, lograr que todos lleguen a ser miembros plenos de la comunidad de lectores y escritores. “Leer es adentrarse en otros mundos posibles, es indagar la realidad para comprenderla mejor…” Delia Lerner.
- El planteo reflexivo se direccionó a los marcos epistemológicos, que fortalecen las prácticas áulicas desde un enfoque socio-histórico y cultural.
En este sentido “La enseñanza de la Literatura y la Gramática desde el enfoque socio-histórico y cultural”, cobra sentido para el enriquecimiento de una práctica áulica acorde a las necesidades que el contexto requiere. Pues, es función de la Lengua y la Literatura formar a los estudiantes en la autonomía creciente y reflexiva de su propio proceso de lectura y escritura.